Uno de los conceptos más conocidos en turismo en los últimos años y que, en el contexto actual, adquiere un nuevo nivel de importancia es el de Destino Turístico Inteligente (DTI).
Si bien este concepto está actualmente muy extendido y no hay una definición única, sí quiero hacer mención a la propuesta por la Sociedad Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas SEGITTUR:
Un destino turístico innovador, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia, que garantiza el desarrollo sostenible del territorio turístico, accesible para todos, que facilita la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementa la calidad de su experiencia en el destino, a la vez que mejora la calidad de vida del residente (SEGITTUR)
España ha sido pionera a nivel internacional en el impulso y la normalización de los Destinos Turísticos Inteligentes, a través de la Secretaría de Estado de Turismo y SEGITTUR. Desde los esfuerzos realizados en el proyecto de Destinos Turísticos Inteligentes, recogido en el Plan Nacional e Integral de Turismo (PNIT) 2012-2015 a la Red de Destinos Turísticos Inteligentes de España.
Esta red, coordinada por las dos entidades mencionadas, se formalizó en 2018 por parte del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. Su objetivo principal es “liderar desde la sostenibilidad el desarrollo del sector turístico a través de la innovación y la tecnología” (Red de Destinos Turísticos Inteligentes) y, entre otros aspectos, destaca la aplicación de la metodología de SEGITTUR para la conversión a Destino Turístico Inteligente.
Para que la implantación de los DTI obedezca a criterios comunes, se trabaja también a nivel de normalización. En este sentido ha desarrollado su labor el Comité Técnico de Normalización sobre Ciudades Inteligentes (AEN/CTN 178), constituido por AENOR a finales de 2012 e impulsado por la SETSI (Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información del Ministerio de Industria, Energía y Turismo).
Entre las normas desarrolladas, la principal es la UNE 178501:2018 Sistema de gestión de los Destinos Turísticos Inteligentes. En ella se han establecido los 5 ejes que deben guiar a los Entes Gestores de Destino: tecnología, innovación, accesibilidad, sostenibilidad y gobernanza.
Son muchos los factores que diferencian un DTI de un destino turístico tradicional. Sin ser el objetivo de este artículo establecer esta diferenciación, sí me gustaría resumirlo en los principales elementos de la definición señalada anteriormente: un Destino Turístico Inteligente es una nueva forma de gestionar el destino. En ella sobresale la tecnología, la innovación (no solo tecnológica) y la accesibilidad, así como la capacidad de realizar una gestión integral y sostenible de los recursos, oferta turística y espacios públicos.
Ante todo, destaca que su objetivo final es mejorar la satisfacción del turista a la vez que se pone el foco también en la calidad de vida de la población local.
En el escenario de los DTI hemos evolucionado desde una aplicación puntual de la tecnología a su integración en todos los ámbitos de gestión. No podría entenderse este nuevo modelo sin la tecnología para optimizar los propios procesos del destino y adaptarnos al contexto actual, cada vez más cambiante.
Este uso se da en entornos públicos y empresariales vinculados al destino turístico, provocando procesos de transformación digital en todos los sectores. El objetivo no es solo esa mejora de procesos y resultados, sino tener además una mayor interoperabilidad y transparencia en el sistema turístico.
Para ello, tenemos a disposición un amplio rango de herramientas y técnicas. A las posibilidades en el uso de sensores, el Big Data y el Business Intelligence, se suman las aplicaciones de la Inteligencia Artificial al servicio del turismo.
El aprovechar estas posibilidades depende de muchos factores, entre los que es importante considerar la importancia de la ciberseguridad y seguridad de la información. Son pilares fundamentales a desarrollar para la adecuada gestión, junto a una adecuada vigilancia tecnológica y los propios recursos humanos.
Es recomendable que un Ente Gestor de Destino establezca procesos que le permitan la identificación e implantación de las tecnologías en función de sus necesidades, dado el elevado número de las mismas que están a nuestro alcance hoy en día.
Asimismo, como elemento básico en una estrategia integral y efectiva, me gustaría destacar la importancia de los recursos humanos. Es necesario contar con un capital humano formado que sea capaz de identificar, implantar y gestionar estas nuevas oportunidades que brinda la tecnología.
Muy relacionado con lo anterior, la innovación está presente en los modelos de Destino Turístico Inteligente como otro de sus pilares básicos. No solo desde un punto de vista tecnológico, sino desde un enfoque más amplio. En él se busca también la generación de nuevos productos turísticos adaptados a la demanda y nuevas formas de promoción y comercialización más personalizadas.
En este sentido, creo relevante señalar como un factor de éxito la existencia de un tejido innovador previo, ya que actúa como un facilitador de la misma. Sobresale en este ámbito el trabajo desarrollado por los Clústeres, así como por las entidades de promoción de la innovación.
El desarrollo de una cultura innovadora influye positivamente, además, en la capacidad de reacción ante imprevistos. Permite el establecimiento de herramientas y procesos para realizar las adaptaciones necesarias de forma efectiva. Además, fomenta las redes de colaboración, elemento de gran interés en contextos en continuo cambio.
El tercer aspecto básico en la configuración de los Destinos Turísticos Inteligentes es la accesibilidad. Concentra los planes vinculados a la mejora de la accesibilidad universal en el destino e incluye todas las actividades turísticas, así como los espacios públicos y recursos de información y promoción del destino.
Este eje responde a los requisitos de turistas y población local y se debe realizar un análisis en profundidad de las condiciones de infraestructuras y espacios, para determinar las necesidades existentes y los medios más adecuados para solventarlas.
El fomento de la accesibilidad universal permite la adaptación del destino y el impulso de la igualdad en el acceso al mismo y su información.
Es innegable que para que todo lo anterior pueda llevarse a cabo de forma efectiva debe existir una base social sólida y mecanismos participativos eficaces.
La gestión de un Destino Turístico Inteligente recae a nivel formal en los Entes Gestores de Destino y su configuración es uno de los primeros pasos a llevar a cabo. No obstante, la aplicación efectiva de las políticas y acciones vinculadas requiere de una adecuada gobernanza.
Este concepto también cuenta con varias definiciones, aunque en su aplicación a los Destinos Turísticos Inteligentes, ésta es entendida, en pocas palabras, como el proceso que permite la correcta y efectiva participación de todos los niveles en la gestión del destino (Norma UNE 178501:2018).
A este respecto, en los últimos años surge, además, el concepto “gobernanza inteligente”, aplicable a los DTI y que relaciona la gobernanza con las posibilidades que nos da la tecnología para la gestión de estos procesos.
Desde mi punto de vista, este es el eje de trabajo base, sobre el que se desarrollan los demás. Sin los agentes territoriales (y las personas, en última instancia) no tendríamos destino turístico. Contar con una estructura que posibilite la adecuada articulación público – público, público – privada y privada – privada es el asiento sobre el que construir un destino resiliente y sostenible en el tiempo. Gracias a esto se puede dar respuesta, por ejemplo, a los retos actuales, en los que tenemos que dar una respuesta coordinada desde todos los ámbitos de trabajo.
Si la gobernanza es la base sobre la que construir el Destino Turístico Inteligente, pienso que la sostenibilidad es la guía que debe enfocar los esfuerzos que se realicen. Trabajar en los ejes de actuación anteriores no tendría sentido sin pensar en ellos desde un punto de vista sostenible a todos los niveles.
En el ámbito de los DTI hablamos de nivel económico, ambiental, social, sociocultural y desde la cohesión territorial (elemento que se aplica en el concepto de sostenibilidad propuesto por la Norma UNE 178501:2018 Sistema de gestión de los Destinos Turísticos Inteligentes).
Esta concepción permite fomentar un desarrollo económico integral que se mantenga en el tiempo y, si nos fijamos en las recomendaciones que han realizado distintas entidades de referencia en la configuración de políticas turísticas, es un elemento fundamental. En este sentido, se pueden consultar por ejemplo las realizadas por la propia Organización Mundial del Turismo en el contexto actual) o el trabajo de otras entidades, que ya adelantábamos en el artículo Turismo y ODS, publicado en enero.
En definitiva, el modelo propuesto por un Destino Turístico Inteligente supone una forma ordenada y coherente de consolidar las tendencias del turismo promovidas desde distintos actores territoriales.
Gracias a que desde su concepción tiene la idea de la sostenibilidad como un eje fundamental de actuación, prepara al destino ante posibles dificultades. A esto se añade que el fomento de procesos de innovación y el adecuado tratamiento de la gobernanza aumentan su capacidad resiliente ante el contexto actual.
En Grupo Innovaris te ayudamos con nuestro servicio de análisis de complementariedad de planes y proyectos en el marco de los ejes de actuación de los Destinos Turísticos Inteligentes y cumplimiento ODS.
#InnovarisFunciona
Socio y CEO en Grupo Innovaris. Auditor QHSE acreditado por esquemas IRCA y EOQ, consultor de sistemas de gestión, formación y tutelaje. Proyectos socio-económicos.
Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
Cualquier cookie que no sea particularmente necesaria para que el sitio web funcione y se use específicamente para recopilar datos personales del usuario a través de análisis, anuncios y otros contenidos integrados.