Programas de Puntos de Inspección (PPI)

Los Programas de Puntos de Inspección (PPI) son herramientas desarrolladas a la medida de las empresas con el objeto de facilitarles las inspecciones reglamentarias, o de cualquier otra índole, mediante la definición de puntos críticos de control que deben ser verificados para no incurrir en incumplimientos de carácter legal o incumplimientos que puedan generar desviaciones en cualquier otro proceso organizacional. Estos puntos pueden tratar sobre diversas materias que abarcan desde la calidad, medio ambiente, prevención de riesgos laborales, seguridad alimentaria, así como sobre materias más específicas en función de las necesidades específicas de cada organización, como pueden ser inspecciones en materia Covid, gestión de infraestructuras, seguridad industrial, inspecciones a terceros, gestión proveedores o cualquier otra actividad que requiera de un control interno por parte de las empresas.

Objetivos

  • La definición de programas de puntos de inspección persigue minimizar o eliminar, los posibles incumplimientos en una materia determinada dentro de las organizaciones, mediante la definición clara e inequívoca de qué es lo que se debe verificar, cómo, y cuáles son las evidencias que garantizan su cumplimiento. Con todos los datos obtenidos durante las inspecciones, se pueden establecer indicadores que permiten un monitoreo del área inspeccionada, y de esta manera se pueden optimizar dichas áreas basándose en un modelo de mejora continua.
  • Con la definición de un PPI se busca que cualquier organización puede realizar su propia Autoevaluación, sin contar con agentes externos, y conocer en todo momento el grado de cumplimiento de la materia inspeccionada, asegurando así la continuidad del negocio y sirviendo para asegurar la calidad del servicio aminorando riesgos.

Beneficios

  • Reducir al mínimo los incumplimientos de la materia inspeccionada y los posibles costes asociados
  • Identificación de posibles brechas existentes en la materia inspeccionada y la toma de decisiones adecuadas basadas en estas evidencias
  • Reducir costes derivados de la “no calidad”
  • Minimización de los riesgos empresariales
  • Garantizar a terceras partes la correcta gestión de los procesos inspeccionados
  • Reducción de costes de subcontratación de inspectores externos
  • Generación de valor añadido den la organización